Es un impuesto que gravará algunas operaciones realizadas por las grandes multinacionales tecnológicas que en la actualidad no tributan. Se establece un tipo del 3% a los ingresos generados por servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario.
Afecta a empresas con ingresos anuales mundiales de al menos 750 millones de euros e ingresos en España superiores a 3 millones. Es el caso, por ejemplo, de Google, Facebook y Amazon.
La ‘tasa Google’ no grava al usuario de servicios digitales, por lo que de entrada no supondrá gasto alguno para el consumidor. No obstante, según la patronal tecnológica Ametic, el nuevo impuesto creará barreras de entrada al mercado para nuevas ‘start-ups’ y pequeñas pymes pudiendo repercutir de forma negativa en los usuarios al resultarles más caro acceder a los servicios de las plataformas digitales
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